Leamos en familia. Ven a la biblioteca del Planetario de Medell&iacute;n con tu hija, nieto, sobrina, primo&hellip; en todo caso, con esos ni&ntilde;os queridos este s&aacute;bado 3 de mayo a las 11 de la ma&ntilde;ana. Leeremos el libro Diez lunas para una espera, de la escritora colombiana Velia Vidal, y conoceremos las historias de la Luna en la cultura del Pac&iacute;fico colombiano.Velia Vidal es una escritora y gestora cultural del Choc&oacute;, Colombia, cuya obra explora la identidad, la maternidad y la cultura del Pac&iacute;fico. Es directora de Motete, un proyecto de promoci&oacute;n de la lectura en comunidades afrodescendientes.En Diez lunas para una espera, narra c&oacute;mo&nbsp;los cambios lunares marcan el ritmo del tiempo y la espera durante el embarazo. La autora relaciona la luna, adem&aacute;s, con otras facetas de la cultura del Pac&iacute;fico colombiano, donde el cielo ha sido testigo de historias, cantos y tradiciones.Medir el tiempo en raz&oacute;n a la Luna es algo que la humanidad ha hecho desde hace muchos a&ntilde;os.&nbsp;El concepto de mes se basa en la &oacute;rbita de la Luna en torno a la Tierra. Durante cada una de las &oacute;rbitas de la Luna, el &aacute;ngulo entre la Tierra, la Luna y el Sol va cambiando, y as&iacute; se originan las distintas fases lunares.&nbsp;La Luna tarda 29,5 d&iacute;as en completar su ciclo y ello define el mes lunar.La Tierra no siempre tuvo a la Luna como compa&ntilde;era; tuvo que esperar a su formaci&oacute;n, incluso tuvo que ceder una parte de s&iacute; para que esta se formara. La mayor&iacute;a de los astr&oacute;nomos aceptan la teor&iacute;a del gran impacto, seg&uacute;n la cual el proceso comenz&oacute; hace 4500 millones de a&ntilde;os cuando un enorme cuerpo s&oacute;lido (del tama&ntilde;o de Marte) golpe&oacute; la Tierra; la mayor parte del material proyectado entr&oacute; en una &oacute;rbita circular de la Tierra y form&oacute; un denso anillo (aj&aacute; la Tierra acept&oacute; la joya y se comprometi&oacute;); las rocas que compon&iacute;an el anillo se fueron agregando hasta recogerse todo el material en un &uacute;nico cuerpo: La Luna; repicaron las campanas de una boda c&oacute;smica, se hicieron permanentes compa&ntilde;eros la Luna y nuestro planeta.

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Club de lectura infantil: la Luna y el Pacífico colombiano